TÍTULO ORIGINAL: Rosaura a las Diez
AÑO: 1958
DURACIÓN: 100 min.
PAÍS: Argentina
DIRECCIÓN: Mario Soffici
REPARTO: Juan Verdaguer; Susana Campos; María Luisa Robledo; Alberto Dalbés; Amalia Bernabé; Héctor Calcaño; María Concepción César; Nina Brian; Lili Gacel; Beto Gianola; Miguel Ligero; Enrique Kossi; Rita Montesi; Maruja Lopetegui.
GÉNERO: Intriga. Drama Psicológico. Cine Negro. Suspenso. Crimen.
SINOPSIS: «Rosaura a las Diez», dirigida por Mario Soffici, es una película argentina basada en la novela homónima de Marco Denevi. Esta obra cinematográfica es un intrigante cruce entre el misterio, el drama psicológico y el suspenso, ambientada en la Buenos Aires de mediados del siglo XX. La película se desarrolla principalmente en la pensión La Madrileña, un establecimiento modesto donde conviven personajes de diferentes orígenes y personalidades, todos ellos envueltos en una trama de secretos y percepciones engañosas.
La historia comienza cuando Camilo Canegato (interpretado por Juan Verdaguer), un retraído y tímido pintor que ha vivido en la pensión por años, recibe cartas apasionadas de una mujer llamada Rosaura. Estas cartas generan un gran revuelo entre los inquilinos de la pensión, quienes están acostumbrados a la vida rutinaria y tranquila de Camilo. La llegada de las cartas, seguida por la aparición de la propia Rosaura, transforma la dinámica de la pensión, despertando la curiosidad, los chismes y las especulaciones entre los residentes.
Doña Milagros, la dueña de la pensión, es quien lidera el interés colectivo por la vida personal de Camilo. Ella y los demás inquilinos no pueden evitar preguntarse quién es esta misteriosa Rosaura y qué clase de relación mantiene con el pintor. A medida que la trama avanza, la historia de amor que parecía ser una simple fantasía o un deseo reprimido de Camilo comienza a adquirir tintes más oscuros y complejos, revelando aspectos de la personalidad de los involucrados que estaban ocultos bajo la superficie.
Uno de los aspectos más destacados de la película es la forma en que se desarrolla la narrativa, utilizando diferentes perspectivas para contar la misma historia. A medida que se presentan testimonios y se revelan nuevas evidencias, los eventos se recontextualizan, y lo que parecía ser una historia clara y sencilla se convierte en un rompecabezas cada vez más complicado. La película juega con la idea de la verdad subjetiva, mostrando cómo la realidad puede ser distorsionada por las percepciones individuales y cómo los personajes construyen sus propias versiones de los hechos.
La película deja al espectador reflexionando sobre los temas de la identidad, la percepción y el engaño, cuestionando cuánto podemos confiar en las apariencias y en las narrativas que construimos sobre los demás. Con una dirección magistral y actuaciones memorables, la película no solo es un destacado ejemplo del cine clásico argentino, sino también una obra que sigue siendo relevante por su exploración de la naturaleza humana y la complejidad de las relaciones interpersonales.